martes, 15 de octubre de 2019

CAPITOL CINEMA 15-12-1981 La Naranja Mecánica + Mad Max (salvajes de autopista)


Menuda locura de programa doble!!! Una persona media, tras visionar semejante explosión de violencia sin concesiones, al salir de la sala de cine realmente no se que podría rondarle por la cabeza. Tanta barbarie proyectada en una sola tarde debía ser terrible para las mentes más débiles y cerradas, a la vez que sublime e insuperable para las más imaginativas y abiertas.
La naranja mecánica (Reino Unido, Stanley Kubrick, 1971) tuvo un estreno tan conflictivo como vetado en nuestro país: se estrenó en 1975 en la Semana de cine internacional de Valladolid, siendo un auténtico calvario de pase, con chalad@s rezando de rodillas en la sala para que no fuera proyectada. Delirante... Finalmente se llegó a pasar con presencia policial para evitar altercados, con aviso de bomba incluido y, increíble pero cierto, un intento por parte de Kubrick de detener a través de Warner, la productora del film, dicha proyección. Ese mismo año llegó a las salas de proyección exclusivas de versión original, y finalmente en 1978 llegó a las demás salas con el doblaje dirigido por Carlos Saura. Lo de Alex y sus drugos en España fue una odisea digna de Homero...

El póster de su estreno en V.O.

Y el cartel de su estreno en versión doblada

Alex, amante de la ultraviolencia, preparando una sesión de mete y saca. Creemos que la pelirroja no está muy de acuerdo con ello...

DIOS Kubrick Y Malcolm "DeLarge". Como no amarlos!!!

Y si La naranja mecánica se la vio y se las deseó para ser estrenada en nuestro país, Mad Max (salvajes de autopista) (Australia, George Miller, 1979) se vio relegada a ser estrenada bajo el yugo de la letra "S", lo que hizo que si ya había ganas de verla por parte del españolito de a pie, estas se vieron multiplicadas por mil. La sobria, desértica, dura y sin ningún rastro de sensiblería ópera prima de Miller hizo que el mundo se diera cuenta de que Australia también existía cinematográficamente hablando (con permiso y toda nuestra admiración al maestro Peter Weir), y que Mel Gibson era un actor de aúpa en la piel del Loco Max. Una película de pandilleros diferente a todas las demás, de las que dejan huella, y que no ha perdido absolutamente nada de su mala follá con el paso de las décadas.


Mad Max (salvajes de autopista) es un peliculón que tiene de todo: un antihéroe guaperas...

violencia sin sentido...

carreteras peligrosas...

 y terrible venganza!!!

Pako

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