viernes, 18 de octubre de 2019

CINE LUMIERE El pelotón chiflado + Jason y los Argonautas


Hubo una época mágica en la que todo era posible en el interior de una sala de cine. Una época en la que se proyectaba todo lo inimaginable, desde cine de tetas a cine infantil en sesión continua, películas de chinos dándose mamporros y chorizo westerns en programa doble, filmes de máximo terror y comedias de medio pelo que divertían menos que la filmografía completa de Dani Rovira (que ya es decir...) una detrás de otra... así que, ¿como se os queda el cuerpo con la doble sesión que os traemos hoy? Bill Murray vs. Ray Harryhausen... esto solo podía pasar en un doble programa grindhouse!!!
El pelotón chiflado (EEUU, Ivan Reitman, 1981), es una de las comedias más locas y divertidas surgida de las mentes de algunos de los artífices de una de las sagas de mayor éxito de la historia del cine: Los cazafantasmas. Con DIOS Bill Murray en uno de sus papeles más cachondos de su carrera, muy bien rodeado de genios de comedia norteamericana como John Candy, Harold Ramis y John Larroquette, además de la eterna scream queen P. J. Soles, El pelotón chiflado se burla de manera muy politicamente incorrecta del amado ejercito americano, de la gloriosa U.S. Army, consiguiendo ser un magistral film de culto, perpetrado por los algunos de los cerebros malpensantes del imperecedero Saturday Night Live.


DIOS Murray haciendo el monguer en El pelotón chiflado solo como él sabe hacerlo. Lo amamos!!!

NASIOS PA' MATÁ!!!

La eterna adolescente P. J. Soles a punto de despelotarse para hacer muy feliz a la audiencia del patio de butacas y, sobre todo, al suertudo de Bill Murray. Los hay que nacen con suerte...

Y en este caso, el impagable complemento se convierte en película principal. Y es que Jason y los argonautas (Reino Unido, Don Chaffey, 1963) es una de las películas más adoradas por los amantes de la fantasía y las aventuras al más puro estilo artesanal. Solo por poder disfrutar en pantalla grande de todas esas maravillas creadas por el gran Ray Harryhausen, cobrando vida en stop motion, e impactando al público como nunca se había hecho antes hasta el momento de su estreno, ya merecía la pena pasar una tarde mágica en una de las butacas del Cine Lumiere de Palma. Esos esqueletos andantes, o Talos, la estatua gigante de bronze... que preciosidades salidas de las manos maestras del enorme Harryhausen. Preciosidades que, desgraciadamente, a día de hoy nunca se volverán a dar. Y es que, en el cine que tanto estimamos, cualquier tiempo pasado fue mejor...


El gigante Talos, camino de dar candela a los pobres argonautas



Que vivan los esqueletos del tito Ray!!!

Pako

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