¡EL HORROR A LÍMITES DE LOCURA! ¡NUNCA HABRÁ PASADO TANTO MIEDO! Si estas impagables frases no son una estrategia de marketing implacable, ¿que coño lo es, si no? Leyendo esto, tan solo tenías ganas de salir raudo y veloz hacía el cine a disfrutar de estas benditas películas, dos de los clásicos más referenciales del fantaterror español, el movimiento cinematográfico nacido en este país que más alegrías nos ha dado a los cinéfagos más descocados. Un programa doble como este era algo así como tocar el cielo con los dedos para los fanáticos del cine de terror hecho aquí, porque ya tan solo poder ver en pantalla grande a dos genios de la talla de Paul Naschy y Narciso Ibáñez Menta en el mismo pase, y sin tener que levantarte de la butaca (solamente para ir a hacer pis) era algo similar a que te tocara una quiniela de 14 o poder besar a la chica más guapa del cole... vamos, la polla!!!
El espanto surge de la tumba (España, Carlos Aured, 1972) fue, para empezar, la primera película producida por Profilmes, que fue algo así como una Hammer o una Amicus a la española, y la primera aparición cinematográfica de unos de los personajes emblemáticos de don Jacinto Molina: Alaric de Marnac, un brujo medieval, que mientras era quemado en la hoguera maldecía a sus ejecutores, y años después volvía de ultratumba a vengarse de sus verdugos. Naschy retomaría al personaje dos años más tarde en el film El mariscal del infierno. Dirigida por el artesano Carlos Aured, con la aparición de totems como Luís Ciges, Helga Liné, Emma Cohen, Julio Peña o María José Cantudo (en su época pre-mostrar el felpudo) supuso uno de éxitos más memorable del enorme Paul Naschy, y aún hoy sigue siendo una película increíble y de culto absoluto.
Alaric repartiendo (y recibiendo) estopa, recién retornado del sepulcro. Menudo personaje cojonudo nos regaló Paul Naschy!!!
La preciosa Helga Liné dejándose arrimar la cigala por parte de Alaric de Marnac, que aparte de malvado era todo un galán
Así de degollada acababa la Cantudo en El espanto surge de la tumba
La otra joya de este soberbio programa doble fue ni más ni menos que La saga de los Drácula (España, León Klimovsky, 1972) en la que don Narciso Ibáñez Menta (padre del maestro Chicho Ibáñez Serrador) daba vida al mismísimo Vlad Tepes, el Conde Dracula, en esta sombría y muy muy libre adaptación del inmortal relato de Bram Stoker. Con un reparto excepcional en el que se encuentran Tony Isbert, Helga Liné (que hizo doblete esa tarde en Jaime III Cinema), Tina Sainz y María Kosty, dirigid@s por el argentino León Klimovsky, con un regustillo muy Hammer y una ambientación de época impecable, el film es otra de las gemas del cine de terror hecho con amor y gusto en España.
Helga Liné, Narciso Ibáñez Menta, Cristina Suriani y María Kosty son La saga de los Drácula, y ahí esperan para hincarte el diente en el gaznate
Don Narciso, en 35 mm y sediento de sangre humana
Portada del precioso pressbook de la película
Helga Liné. Bella es poco... incluso siendo una muerta viviente
Pako
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